por Pablo el Veneciano

Extracto de un dictado de Pablo el Veneciano, Perlas de Sabiduría®, vol. 27, no. 3

El amor para cumplir el mandato de Dios

Pablo el VenecianoBenditos, avivemos el fuego de la esperanza y que el amor no sea un amor simulado. Con todo el intenso amor, vayamos por quienes tienen las cualidades de ser el recipiente, de comprender el significado del Ser Verdadero como el Santo Grial, que aman lo suficiente, no solo para buscar el Grial sino para convertirse en él, colmarlo de luz, y luego convertirse en la luz.

Se requerirá una gran cantidad de amor para cumplir el mandato de Dios, quien ha dicho: “He decidido salvar la Tierra”. Muchas decisiones de muchas lumbres se necesitarán y un amor que algunos todavía no han conocido.

Acudo en gratitud y júbilo por la Misa de Cristo y toda la belleza emitida por vuestras almas este año, belleza como actos de amor, belleza como amor en cada forma, amor como un arte cuando no os consideráis vosotros mismos artistas o no tenéis tiempo para perfeccionar un talento.

El arte del servicio

El arte del servicio es un gran arte. Vosotros sin saberlo, estáis creando un mural eterno de servicio. Un ángel artista pinta un mural, no os revelaré en dónde, para mostrar los episodios y superaciones diarias de esta comunidad de portadores de luz. Se están haciendo numerosos preparativos para vuestra llegada al hogar y vuestra celebración al comprender, finalmente, todo lo que resultó en todos los niveles. Estos ángeles, artistas expertos, decidieron que los resultados de lo mejor de los hombres no pasen sin ser registrados en los murales del cielo sino que, con su victoria sean puestos en alto, y esa victoria se considere como una lección para los que un día han de ser estudiantes del arte que aquellos vivieron. Porque vosotros sois artistas vivos de un arte vivo.

Bien sea que reparéis automóviles o maquinaria, bien sea que preparéis los alimentos o que junto con los guardianes de los pergaminos guardéis los registros, cada acto es una obra de arte. Cada acto ha surgido de vuestra alma como una emanación de energía que forma un engrama de luz, imprimiendo en la octava etérica formas geométricas de copos de nieve, de rosas y violetas o, desafortunadamente, cuando fueron hechas sin gracia o sin amor, formas dentadas de arte moderno exhibidas en un museo, las censuráis, ¡ay! Se manifiestan también en los niveles inferiores del aura, como trabajo hecho sin gracia, sin alegría ni libertad.

Séd cocreadores con Dios

El servicio en la vida prestado sin libertad crea un registro de arte gris y disonante. Esta es la razón por la cual los productores de películas, en los países comunistas siempre ven una luz pálida. Las películas sobre la Unión Soviética o Europa Oriental parecen tener esa característica de falta de luz, falta de dimensión e incluso falta de la realidad. Es el peso de la opresión de la gente en cuyo servicio está ausente el séptimo rayo como una parte de esa obra de arte.
Creedme, corazones amados. Mucha gracia proviene del más humilde de los siervos. Podéis comprender, por tanto, que todo movimiento en la vida, cada pensamiento y sentimiento producen en los éteres un magnífico diseño de la virtud o algo inferior que, por la gracia divina, también se borra a medida que invocáis la llama violeta.

Por consiguiente, vosotros al ser cocreadores con Dios, en el área de vuestro entorno mostráis rápidamente cuál es la naturaleza de vuestro trabajo. Estos signos los leen la vida elemental y los ángeles y hay una multitud de ángeles alrededor de algunos y una ausencia total alrededor de las personajes miserables que se representan en la película Cuento de Navidad cada año.

De modo que, dar alojamiento a los ángeles sin saberlo, no se refiere a entretenerlos porque ellos se convierten en un batallón personal, incluso así como los elementales van incorporándose siguiendo los mismos puntos de luz de la geometría divina del flujo de luz en vuestra aura. Por tanto, todo el cielo atestigua las emanaciones aúricas de los siervos de Dios. Obviamente, por tanto, los que son los devotos de los chohanes pueden reconocerse alrededor del mundo por la luz del aura y por la armonía que su trabajo de arte crea su servicio diario.

Pido, entonces, que esta noche podáis ser confortados por el abrazo del amor. Pido que a través del arte divino manifestado en la totalidad de la naturaleza y del cosmos pueda llegar el amor de Dios para una profunda realización de vuestra alma, al igual que el verdadero misterio del amor en lo más recóndito de vuestro ser, amor como la fuerza cohesiva que os habilita para ser quienes sois y lo que sois, y hace posible el latido del corazón y el funcionamiento de todos los sistemas.

¿Qué lo ordena? ¿Qué lo mantiene? ¿Qué os sella como una conciencia separada, capaz de escuchar ahora mi palabra y seguirla en la inmensidad de vuestro Yo eterno? Es el amor, el amor universal en todas partes. Que vosotros lo captéis, lo arrulléis, lo conozcáis, lo sigáis.

Que el amor sea el factor determinante de vuestras decisiones, no el temor. Que el amor desvanezca el odio del enemigo, de los enemigos de la Luz y de Estados Unidos. Que el amor sea una fuerza tal del Rayo Rubí, que se cumpla todo lo asignado, y en la Tierra no se halle ni un solo niño a quien le falte el verdadero mensaje del sendero de la Cristeidad.


Extracto de un dictado de Pablo el Veneciano, Perlas de Sabiduría®, vol. 27, no. 3

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