Este extracto sobre el amor y la oración de Cuzco, a su Presencia YO SOY es del dictado La respuesta a vuestro llamado – El amor es la clave para la solución de cada problema, publicado en las Perlas de Sabiduría de 1989, Vol. 32 No. 46.
El amor es la contraseña y la clave. El amor es el medio para pasar a través de las paredes de la luz, impermeable a los que no tienen amor.
El amor es también la clave por la cual los iniciados no ascendidos entran en mi retiro. El amor es la clave para la solución [de] cada problema, el amor por vuestra Poderosa Presencia YO SOY. Permaneced cerca de vuestra Poderosa Presencia YO SOY y nada podrá tocaros. El maya podría pasar y vosotros podéis pasar por ella, pero esta no os habrá tocado en absoluto. Porque en el centro de vuestro corazón afirmaréis:
¡Oh Dios mío, YO SOY Real!
Oh Dios mío, YO SOY real. Y solo sois real donde YO SOY. YO SOY vuestra luz que es real. YO SOY vuestro amor que es real. YO SOY vuestra vida que es real.
Oh Dios, entrad en mi corazón instante tras instante, gota a gota de luz descendiendo sobre mi cordón cristalino. Por lo tanto, [veo que] cada gota ahora ampliada ante mí en la pantalla de la visión contiene la Imagen Divina de la Poderosa Presencia YO SOY. Dios entrad en mi corazón. ¡Un millón de veces por un momento que la Imagen Divina esté destellando, destellando, destellando! Y he contemplado vuestro amor, oh Dios. Contemplo vuestro Amor.
Venid conmigo, oh Dios. Deseo acercarme a vosotros. Entrad a mi corazón completa y verdaderamente, Imagen Divina por Imagen Divina hasta que os acerquéis, vuestra Presencia cerca, vuestra voz.
Oh Dios mío, vendrás, y vendrás a este templo que habéis creado. Oh Poderosa Presencia YO SOY, venid, sé conmigo; Y cuando el cáliz de mi vida esté lleno, llevadme completamente a vuestro Ser.
¡Oh, mi Poderosa Presencia YO SOY te amo solamente a ti! Te amo solamente a ti. Te amo solamente a ti. Que el fuego de tu corazón arda en mi corazón. Hacedme saber que cuando el corazón no arda, debo rezar y rezar de nuevo para aumentar esa llama de fuego del Amor.
YO SOY LO QUE SOY. No hay separación. El Cuerpo Místico de Dios es Uno. En el intervalo del Sol sé quién soy. Soy real.
Y cuando este intervalo y los siguientes intervalos se presenten, saldré de nuevo del centro de este Sol, pisando al maya para encontrar las almas atrapadas en el engaño, perlas de gran valor por las cuales el precio ya ha sido pagado por el Cristo Universal.
He visto la realidad. YO SOY la realidad. Puedo permitirme salir de la irrealidad una vez y otra vez hasta que mi Dios me llame para siempre a la cámara secreta de su corazón y seré nacido de nuevo, como un ascendido Hijo de la Luz.
Por lo tanto, vuelvo, vuelvo y vuelvo. Y con mi traje de buzo me sumerjo en el mar para recoger perlas, para protegerlas, para consolarlas, para sellarlas en su intervalo, oh Dios, que estáis en la cámara secreta de mi corazón, donde está sellada la llama trina.
Oh, en ese intervalo, oh Dios, ahora tengo la llama de vuestra Realidad, vuestro amor. Vuestro amor, que es mi porción, es mi porción para dar a aquellos a quienes amasteis también, los que os deben conocer por mi testimonio.
YO SOY el testigo, oh Dios. Yo salgo. Yo salgo.
¡Enviadme, oh Dios! Porque es mi razón de ser, el recoger las perlas hasta que no queden ningunas otras para satisfacer a los monstruos marinos, y estos deban morir por falta de perlas para comer, para devorar. Las arrebataré de sus mandíbulas. Llevaré a casa sacos y fardos de perlas y os pondré a vuestros pies.
Oh mi Padre, oh mi Madre, Alfa y Omega, yo estoy regresando al hogar.
Así pues, encontrareis que esta recitación, amados (ofrecida por vosotros [en este momento], que deseáis despediros de vuestro cuerpo para entrar en las octavas de Luz y al lugar que hemos preparado para vuestra restauración) estableced las coordenadas [del alma de vuestra alma] con los Dhyani Buddhas y Kuan Yin, con Padma Sambhava y con el Vajrasattva, para que podáis llegar fácilmente al lugar que hemos preparado y una vez allí, absorbed fácilmente la gracia que es nuestro don, el regalo de Surya y Cuzco.