El extracto de El poder de la paz perfecta es del dictado de Año Nuevo del Buda Gautama, dado durante la Clase de los Arcángeles y publicado en las Perlas de Sabiduría de 1981, Vol. 24 No 11.
La paz perfecta es una armadura para la lucha. Es un anillo impenetrable. Oh, vosotros que estáis cansados de los desechos de los demonios sobre vuestro cuerpo emocional, donde no hay descanso para los fatigados. Corazones benditos, entregad a la llama a los imperfectos y sus emanaciones imperfectas.
Y que vuestra resolución de Año Nuevo sea dibujar el anillo no pasarán alrededor del cuerpo del deseo y de todo vuestro ser. Que vuestra resolución de año nuevo sea la determinación Divina de no experimentar ningún elemento de antipaz.
Cuando se os transmiten mensajes de tristeza y fatalidad, de triunfo o tragedia, de vida o muerte no permitáis que estos vengan como instrumentos para cambiar la coloración, la frecuencia, la vibración del aura, sino simplemente reconoced y dirigid ¡Luz! ¡Luz! ¡Luz! en todas las actividades donde los involucrados han perdido el equilibrio de Alfa y Omega y, por lo tanto, no tienen paz.
Algunos de vosotros pensáis que el Señor Jesucristo no vino para traer paz, sino espada. Y yo vengo, ¡y mi espada es paz! Por lo tanto, juntos mostramos Oriente y Occidente. Y de la resolución de la espada llameante de paz y de la paz llameante que se devora la espada, comprenderéis las partes activa y pasiva de tú ser en el Espíritu y en la Materia. Verdaderamente el complemento Divino es uno.
Ahora, benditos corazones, os sello en la memoria de vuestro deseo por la paz por encima de cualquier otra consideración. No vendáis tu paz por ganancias insignificantes o algún mero placer de la mente o del cuerpo humano. Recordad que hay un camino y paz superior. Y recordad que una vez os sostuve en esa llama para establecer el curso de la Vida. Y en esa hora y en ese momento sabíais el significado de la disposición para el Señor.