Elohim del Segundo Rayo
APOLO Y LÚMINA son los Elohim del segundo rayo (el rayo amarillo) de la sabiduría, de la omnisciencia, de la comprensión, de la iluminación, y del deseo de conocer a Dios mediante la mente del Hijo, la Segunda Persona de la Trinidad. Apolo y Lúmina son guardianes de la conciencia Crística Cósmica. La llama de Apolo es de un color amarillo dorado y está envuelta en una capa de relámpago azul. La llama azul actúa como un campo energético protector que rodea la luz del Cristo. Este relámpago azul corta la densidad del error humano y sus calificaciones erróneas, despejando el camino para la llama dorada de Lúmina, que manifiesta la perfección de los siete aspectos de la mente del Cristo. Las llamas gemelas Apolo y Lúmina infunden la tierra, el aire, el fuego, y el agua con la inteligencia encerrada en el centro del átomo: la esencia de la mente de Dios, de resplandor diamantino.
El dios conocido en la antigüedad por los griegos como el mitológico Apolo podría ser la representación en su memoria de un antiguo encuentro con el Elohim. Después de millares de años, sin embargo, los dioses y las diosas asumieron características humanas en las mentes de la gente. Por lo tanto, lo que se le atribuye actualmente al Apolo de la mitología griega no refleja necesariamente la realidad del Elohim.
Apolo era conocido en la tradición pitagórica como el símbolo de la belleza masculina, el dios solar que personifica la luz espiritual de la cual el sol es la imagen física. Él representó el descenso del cielo hacia la tierra. Apolo es considerado por algunos como el Logos Solar, el Mediador, Vishnu, Mitra, Horus, el Verbo Universal. Apolo era el legislador en las ciudades-estados griegos. Como dios de la adivinación y de la profecía, se comunicaba con la humanidad por medio de profetas y de oráculos como en el famoso el ritual de Delfos
Retiro Espiritual
El Retiro de Apolo y de Lúmina está situado en el plano etérico sobre la Baja Sajonia, en Alemania. El Elohim del segundo rayo focaliza aquí las energías del chakra de la coronilla del planeta.
Hay tres plantas en la bóveda redonda de este retiro etérico construido en una curva parabólica. La primera planta es la más grande, y la segunda y tercera son progresivamente más pequeñas. Hay un foco esférico de las llamas de Apolo y de Lúmina en el centro de cada uno de estos tres niveles. En el centro de la primera planta hay una bola de amarillo dorado que se asemeja a una galaxia en espiral, en la que los corpúsculos estelares que la componen giran a tan alta frecuencia que parecen estar en perfecto reposo. En el centro de la segunda planta hay una esfera idéntica de un azul zafiro brillante. En el centro de la planta superior hay otra esfera dorada como la que está en la primera planta. En cada suelo hay una habitación esférica de meditación que tiene como punto focal la llama esférica.
Cada una de estas salas tiene cabida para unos mil ángeles que sirven bajo Apolo y Lúmina. Sus gloriosas auras y trajes de color amarillo dorado le produce, a quien los contempla, la sensación de estar en el centro de una gran rueda. Las aulas, los laboratorios, las bibliotecas, y los archivos forman un modelo radial que se expande desde el centro del cuarto de meditación en cada uno de las tres plantas. En el primer nivel hay un vestíbulo circular siguiendo la circunferencia del edificio. A cada lado del pasillo hay proyecciones tridimensionales que muestran el funcionamiento de la ley de los ciclos por toda la tierra. Hay varios miles de esas exhibiciones sobre pilares cuadrados de cerca de cuatro pies de alto.
Cuando los Elohim respondieron al gran mandamiento de crear la Tierra, lo hicieron mediante la iniciación de los ciclos. Los innumerables ciclos que son los componentes de nuestro mundo conforman su individualidad. Todos están reflejados: los ciclos de la tierra, del aire, del fuego, y del agua, del reino mineral y del reino vegetal, del tiempo y espacio. Estos ciclos se basan en la ley del doce ilustrado en las doce esferas del «cuerpo causal» y de los doce signos del zodiaco, también conocidos como las doce jerarquías del sol. Quedan ilustrados los ciclos de los seres cósmicos y de su emisión de luz al planeta, los ciclos de las civilizaciones, los ciclos de la fotosíntesis y de la precipitación. El campo energético electrónico en los bloques cuadrados permite que estas imágenes queden suspendidas en el aire y tengan «partes vivas», llamas móviles, espirales que muestran las complejidades sin fin de nuestro mundo simplificándolas mediante ilustraciones simples. Uno podría pasar fácilmente cientos de años estudiado estas imágenes, bajo la tutela de los grandes científicos cósmicos que sirven en este retiro.
En preparación para la era de oro venidera, se emiten desde este templo enormes mareas de la llama de la iluminación. Los millones de ángeles que sirven bajo Apolo y Lúmina están preparados para salir y elevar la conciencia de toda la Tierra hacia el nivel del Cristo en respuesta a los llamados de los estudiantes. A ellos se ha de llamar, junto con los ángeles que sirven en los retiros de Jofiel y de Cristina, del Señor Lanto, del Dios y la Diosa Merú, del Señor Gautama Buda, del Señor Himalaya, del Señor Maitreya, y de los Instructores Mundiales Jesús y Kuthumi, para pedir la iluminación de toda la humanidad, porque ellos están a la altura de una labor de tal magnitud.
Invocaciones y Fíats a Apolo y Lúmina
1. Llamado para el Cáliz de Elohim
¡Elohim de Dios!
¡Elohim de Dios!
¡Elohim de Dios!
¡Desciendan ahora a toda nación de la Tierra para elevar a las almas de la luz!
¡Desciendan con el cáliz de Elohim anclado en el corazón del Retiro Interno! Imploramos el refuerzo de ese cáliz.
¡Siete Poderosos Elohim, otórguennos el poder para que podamos ser su cáliz en la Tierra! ¡Dennos poder para lograr la transformación personal y del mundo! ¡Dennos poder para que podamos enseñar a otros a alcanzar la relación individual con Dios que es su derecho divino de nacimiento!
2. Fíat a Apolo y a Lúmina
¡Elohim Apolo y Lúmina! (9 veces)
3. Llamado al Elohim Apolo y Lúmina
¡Elohim Apolo y Lúmina!
¡Elohim Apolo y Lúmina!
¡Elohim Apolo y Lúmina!
¡Intensifiquen la acción de la vara de la iluminación para la aceleración de la iluminación por toda la Tierra!
¡Hagan que esta vara que pulsa dentro del cerebro restablezca la Mente de Dios en todos los portadores de luz y aumente la conciencia divina en la Tierra!
¡Queridos Apolo y Lúmina, envíen el fuego de oro sagrado de la sabiduría de Dios para la aceleración del chakra de la coronilla, para la educación del corazón, de la mente y del alma de la juventud del mundo, y para el uso apropiado de la tecnología en la educación!