Este extracto es del dictado de Kuan Yin dado en la Conferencia de la Pirámide, en octubre de 1969 y publicado como la Palabra Radiante en las Perlas de Sabiduría de 1971 vol. 14 no. 40.
Amados que adoran en el Templo de la Misericordia, acercaos ahora a la llama. Sumergíos en la llama con vuestro corazón y con vuestro amor y participad de la esencia del Fuego Sagrado. Recargad vuestra forma con su ímpetu regenerativo y dejad que la luz viviente de la misericordia de Dios sea conocida en todo el mundo.
¡Dejad salir el grito de esperanza! Dejad que la fe responda, dejad que la caridad señale el camino; porque hoy hemos declarado: ¡La misericordia triunfará en el mundo y la humanidad llegará a conocer la plenitud de la ley de Dios, la plenitud de la manifestación de su verdad! Para este fin servimos. ¿Serviréis con nosotros, amados?
¿Os pondréis de pie ahora y sacaréis la espada de la misericordia de vuestro corazón? ¿Sabíais que podéis hacer eso, amados? Podéis colocar vuestra mano derecha sobre vuestro corazón y atraer la llama de la misericordia desde ahí dentro, la cual calificaréis como la espada de la misericordia. ¿Sabéis que a cualquier hora de la noche o del día podéis sacar esta espada de vuestro corazón? ¿Y qué es esta espada? Es la palabra viviente; es el poder de la llama del Espíritu Santo.
Con esta espada en mano, podéis avanzar reconociendo el poder de Cristo; y podéis dar el siguiente llamado ante mí y yo os responderé, porque el Señor de las huestes me invita para que responda al llamado de todos y cada uno de los devotos de la misericordia:
“Oh, Amada Kuan Yin, carga ahora esta espada con tu llama del perdón, de curación y verdad, de misericordia y libertad. Haz que mi brazo derecho sea el cetro de tu poder en el mundo de la forma donde deseo extender tu gracia en esta situación, en este problema. Que la plena expansión del fuego de la misericordia desde el altar de Pekín sea cargada ahora a través de mi brazo derecho y a través de mi corazón por esta espada de fuego viviente, para que el hijo de Dios sobre la Tierra puedan llegar a conocer que el fuego de la misericordia disipará todo miedo, apagará el resplandor de las emociones de los hombres, detendrá los disturbios de las masas, acallará las preocupaciones de los jóvenes, sus inquietudes y sus energías rebeldes”.
Amados, siempre que un problema llame vuestra atención en el mundo de la forma, ya sea que involucre a cientos o millones, a vuestra propia familia o a vuestro país, sacad la espada de la misericordia, apuntadla directamente al núcleo del problema y sentid la acción del poder de la misericordia apresurándose a equilibrar mente y emociones, para transmutar y lograr integridad. Meditad sobre la espada; visualizad su acción penetrante y que todo lo consume; y dejad que la llama haga su trabajo perfecto. Todo lo que tenéis que hacer es llamarme y entonces sabed que la plenitud de la ley actuará si mantenéis vuestra atención sobre la perfección deseada y meditáis sobre la luz de Cristo durante varios momentos o minutos según la necesidad lo requiera.
Ahora, amados, tomad la espada: el poder precipitado de la Palabra Sagrada, y regresadla a vuestro corazón, y ponderad este pensamiento este día: Si podéis sacar la espada de la misericordia desde el foco de la llama dentro de vuestro corazón, ¿no podréis sacar también la espada de la llama azul, la espada de la verdad, la espada de cristal, la espada del amor divino, la espada de la curación y, la espada, la columna de fuego de vuestra propia ascensión?
La palabra viviente de Dios es más punzante que una espada de doble filo; y cuandoquiera y dondequiera que sea invocada, su fuego saldrá al mundo para manifestar su perfección. Si solo queréis mantener ardiendo la llama de la vida dentro de vuestro corazón y hacer el llamado para que se manifieste, tendréis a vuestra disposición el más poderoso instrumento de Dios para la curación de las naciones y la victoria de la luz en toda la humanidad. Por lo tanto, aceptad esta oportunidad y reconoced con humildad y gozo que a través de vosotros Dios ciertamente hará todo lo que se requiera para llevar a la humanidad el conocimiento y la comprensión de su voluntad y al triunfo de la era Dorada.
Cada vez que os enfrentéis a una situación en la que seréis tentados, deciros a vosotros mismos: “Simplemente no sé qué hacer, no sé cómo manejar este problema”. deteneos por un momento. Calmaos y centraos en la Presencia de Dios en vuestro interior; llamadme en el nombre de vuestra Presencia Divina y vuestro Ser Crístico; y luego sacad la espada de la misericordia y contemplad la acción del Cristo.
Este es mi regalo para vosotros en este día: la comprensión de que como hijos e hijas de la Llama tenéis el poder y la autoridad, si lo reclamáis en su nombre, para invocar el poder de la espada llameante y percibid qué maravillas Dios hará a través de vuestras manos, a través de vuestro corazón, y a través de vuestra cabeza…