San Juan de la Cruz

Doctor de la Iglesia y revolucionario espiritual

San Juan de la Cruz y la llama de amor vivaSan Juan de la Cruz fue un místico del siglo 16 que enseñó que la meta de la vida espiritual es la unión con Dios, y que el alma se debe vaciar del ser para se pueda llenar con Dios.

El describe cómo, en la ascensión hacia la perfección, el alma pasa a través de experiencias místicas de la noche oscura del alma y la noche oscura del Espíritu, en sus trabajos “El ascenso al monte Carmelo” y “La noche oscura”.

La llama del amor viva

La llama del amor viva, también de San Juan de la Cruz, es un poema poderoso hablado por un excepcional espíritu interno transformado por el fuego del amor divino.

Aunque con solo cuatro estrofas, este mensaje sublime y convincente ilumina nuestro paso por el laberinto del karma personal y nos prepara para el Encuentro Divino.

La llama de amor viva

1. ¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

2. ¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida la has trocado.

3. ¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su querido!

4. ¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras:
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno
¿cuán delicadamente me enamoras!

Elizabeth Clare Prophet en Summit University

En Summit University, Elizabeth Clare Prophet presentó un estudio exhaustivo sobre la llama de amor viva y otros trabajos seleccionados de San Juan de la Cruz, incluyendo las enseñanzas de la experiencia mística del alma en Cristo mediante la iniciación de la noche oscura que nos dirige hasta el matrimonio alquímico.

Ella explica que la noche oscura del alma es la prueba del alma en el encuentro con el retorno de su karma personal, en la cual, si no mantuvo sus lámparas (chakras) equilibradas con luz puede eclipsar la Luz (consciencia Crística) del alma y en consecuencia, su discipulado bajo el Hijo de Dios. Esto precede a la noche oscura del Espíritu, la prueba suprema de la Cristeidad, cuando el alma está, como si estuviera desconectada de la Presencia YO SOY y debe sobrevivir únicamente con la Luz (conciencia Crística) acumulada en el corazón, mientras mantiene el equilibrio de karma planetario.

Elizabeth Clare Prophet cree que la esencia de este poema se escribió en el corazón de cada niño de Dios y no tiene paralelo en la literatura Católica.

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