El Maha Chohán – Representante del Espíritu Santo
El Maha Chohán es el representante del Espíritu Santo. El que ocupa este cargo en la jerarquía representa al Espíritu Santo del Dios Padre-Madre, de Alfa y Omega, para las evoluciones de este planeta y para el reino elemental. El retiro del Maha Chohán, el Templo de la Consolación, esta localizado en el plano etérico con un foco en el plano físico en la isla de Sri Lanka (antes conocida como Ceilán), donde se encuentran ancladas la llama del Espíritu Santo y la llama de la Consolación. Su llama gemela es Palas Atenea, Diosa de la Verdad.
Maha Chohán significa «Gran señor», y el Maha Chohán es el Gran Señor de los siete Chohanes, el director de los siete Chohanes de los rayos. Entre los requisitos exigidos para este cargo en la jerarquía es el de ser un adepto en cada uno de los siete rayos, los cuales se fusionan en la pura luz blanca del Espíritu Santo. Con los siete Chohanes, él inicia nuestras almas en preparación para recibir los nueve dones del Espíritu Santo, mencionados en Corintios 1 12:4-11.
Ya que el Espíritu de Dios infunde la naturaleza y el hombre como la esencia que da la vida del fuego sagrado, el representante del Espíritu Santo debe estar calificado para interpenetrar toda la sustancia a través de la difusión de su conciencia y también para producir la llama que sostiene la vida en el hombre y en la naturaleza a través de la focalización de su conciencia.
El elemento que corresponde a la llama del Espíritu Santo es el oxígeno. Sin ese elemento, ni el hombre ni la vida elemental podrían continuar su servicio. La conciencia del Maha Chohán es, por lo tanto, comparable al Gran Imán de Sol Central. Él enfoca el imán sobre el planeta que atrae a la tierra las emanaciones del sol que se requieren para sostener la vida.
Retiro Etérico Sobre la Isla de Sri Lanka
Le asisten en este servicio, las legiones de ángeles de fuego blanco que ejercen su ministerio en la llama de color blanco puro del Espíritu Santo de Alfa y Omega anclado en el magnífico altar del fuego sagrado en su retiro etérico sobre la isla de Sri Lanka. Estos ángeles extraen la esencia del fuego sagrado de la llama para mantener la fuerza pránica a lo largo de los cuatro cuerpos inferiores del planeta.
También, sirviendo al Santo Consolador están los angeles de fuego color rosa que atienden el foco de la llama de la consolación en el altar central de su retiro.
En una habitación contigua, se encuentra anclada una llama blanca, teñida de rosado, en un cáliz de cristal bordeado con palomas de cristal, con una base de oro, emitiendo un poderoso resplandor de amor divino. Estos ángeles llevan las emanaciones de estas llamas a las cuatro esquinas de la tierra, a los corazones de todos los que anhelan consolación y la pureza del Dios Padre-Madre.
Las llamas gemelas del Espíritu Santo se manifestaron como lenguas hendidas el día de Pentecostés cuando los discípulos estaban llenos del Espíritu Santo. Cuando Jesús fue bautizado, «vio al Espíritu de Dios que decencia como paloma, y venía sobre él».
La paloma es el símbolo físico de la acción de la llama gemela del Espíritu Santo, que también puede ser visualizada como una «V» con alas, un foco de las polaridades masculina y femenina de la Deidad y un recordatorio de que Dios creó las llamas gemelas para representar su naturaleza andrógina.
En presencia del Maha Chohán, y dentro de las paredes de su retiro, se siente el ritmo del Espíritu Santo, las pulsaciones del aliento de fuego sagrado de Dios, liberando el flujo de la vida desde el Sol Central a los corazones de todos los que evolucionan en este planeta.
La primeras tres razas raíces, las cuales completaron su plan divino en el ciclo asignado de 14.000 años, tenían sus propios representantes del Espíritu Santo quienes se graduaron en el servicio cósmico con sus respectivas razas raíces.
Vidas del Maha Chohán
El que actualmente ocupa este cargo de Maha Chohán encarnó como el poeta ciego Homero, cuyos poemas épicos, La Ilíada y La Odisea, incluyen a su llama gemela, Palas Atenea, como una figura central. La Ilíada relata la historia del último año de la guerra de Troya, mientras que La Odisea se centra en el regreso de Ulises, uno de los héroes de la Guerra de Troya. [Vea el nuevo libro: La odisea del alma: un viaje de descubrimiento personal]
Históricamente, poco se sabe acerca de Homero, pero muchos eruditos creen que compuso sus poemas en el siglo octavo o noveno A.C. Incluso entonces, Homero armonizó su conciencia con la llama de la consolación, y el resplandor que él sostuvo con el foco de su propia llama del corazón era una gran bendición a la vida elemental.
En su encarnación final como un pastor en la India, la luz que él silenciosamente sostuvo guardó la llama para millones de corrientes de vida. Obtuvo su maestría al consagrar sus cuatro cuerpos inferiores, como un cáliz de la llama del Espíritu Santo y su conciencia como un transformador reducidor de las emanaciones de Sanat Kumara, el Anciano de los Días.
El Maha Chohán se ha referido al Espíritu Santo como el gran coordinador unificador que, «como un poderoso tejedor de antaño, teje una prenda sin costuras de luz maestra ascendida y amor. El impulsor de la atención de Dios sobre el hombre conduce poderosos rayos de luz descendiente, centelleantes fragmentos de pureza y felicidad, hacia la tierra y hacia los corazones de sus hijos, mientras que las tiernas esperanzas del hombre, sus aspiraciones, invocaciones y peticiones de ayuda persiguen a la Deidad en su refugio poderoso de pureza cósmica…
«Como una pequeña semilla de la luz, el Espíritu Santo entra en el corazón de la tierra, en la densidad de la materia, que podría expandirse a lo largo de las células de la forma y del ser, del pensamiento y la percepción para convertirse en una gnosis y un resplandor en la copa de la conciencia. Este Santo Grial de sustancia inmortal puede no ser reconocido por muchos de los que pasan, pero para muchos otros es percibido brillando detrás del velo. Proyectando la luz de ese conocimiento divino que trasciende la concepción mortal y es la frescura de renovación de la alborada de la eternidad, que vitaliza cada momento con la felicidad de Dios que el hombre llega a conocer a través de percepciones infinitas en forma de fragmentos en el cáliz de su propia conciencia».
El Envío del Espíritu Santo a la Tierra
En 1974 el amado Maha Chohán dijo, «La Junta Kármica ha decretado que en esta hora en la evolución de esta oleada de vida y en este hogar planetario, ha llegado el momento cuando el reloj cósmico ha sonado. Esta es la hora cuando la humanidad debe recibir al Espíritu Santo y preparar el templo del cuerpo para ser la morada de Dios el Altísimo.
En esta hora de la aparición de ese Espíritu, es necesario que cierto porcentaje de la humanidad sea purificado para recibir ese Espíritu. Porque al menos que ellos reciban esa llama y esa conciencia, la tierra como plataforma de evolución, como la conocéis hoy, dejaría de existir. Ya que, el balance de todas las fases de la vida y la evolución no puede continuar a menos que el Espíritu Santo se convierta en la energía de aceleración y la vida y la luz del hombre y la mujer.
La pregunta es, si entre la humanidad habrá suficientes personas que puedan sostener el tabernáculo para el Espíritu Santo por medio del sacrificio, la entrega y la purificación personal».
¿Qué Pasa Cuando Uno se Muere?
El Maha Chohán atiende a cada persona en la tierra mientras entramos en este mundo y cuando salimos de el. En el momento del nacimiento, él está presente para respirar el aliento de vida en el cuerpo y encender la llama trina que desciende a la manifestación en la cámara secreta del corazón.
El Maha Chohán también asiste en la transición que llamamos muerte, cuando viene para retirar la llama de la vida y retirar el aliento sagrado. La llama o chispa divina, regresa al Santo Ser Crístico, y el alma, vestida con el cuerpo etérico, también regresa al nivel del Santo Ser Crístico.
Del mismo modo, él les servirá en cada encrucijada de la vida, si se detienen por un momento, cuando tomen decisiones, y piensan en el Espíritu Santo, simplemente repitan el mantra, «Ven, Espíritu Santo, ilumíname.»
La radiación del Maha Chohán es atraída a través de la composición musical Homing, de Arthur Salmon.
Las Universidades del Espíritu con El Maha Chohán:
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Este artículo es un extracto del libro, Los Maestros y Sus Retiros por Mark Prophet y Elizabeth Clare Prophet.