En honor al Día de la Ascensión de Saint Germain, traemos este extracto del discurso de su ascensión en 1994, el dictado ¡Todo lo que sea necesario para vuestra victoria, estad dispuestos a hacerlo!, publicado en las Perlas de Sabiduría Vol. 37 No. 20.
Benditos, quiero que seáis como YO SOY y como Yo fui. Porque en el día de mi ascensión, cuando entré a la gran realidad Divina de mi verdadero ser, solo fue un paso desde donde había estado en encarnación. Esto lo podéis leer en los registros akáshicos y es verdad, amados. Pues mantuve un nivel de conciencia de Dios, hasta la hora en que estuve encarnado. Vosotros podéis decir que yo estaba en el mundo, pero no era parte de él. Sin embargo, estaba completamente envuelto en la llama de la ascensión, antes de mi ascensión.
La mayor debilidad que encuentro en esta comunidad (si me permitís decirla, amados, por vuestro propio bien) es que os permitís que vuestra vibración caiga bajo el nivel de la conciencia del Cristo y del chakra del corazón. Debéis estar prevenidos de que cuando lo hacéis, vosotros mismos os separareis de todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca.
Por lo tanto, lo primero es lo primero. Sed capaces de hacer un diagnóstico de vosotros a través del médico Gautama Buda y a través de vuestro propio Santo Ser Crístico. Tomad nota cuando haya ese sutil descenso y ya no estéis en la plena gloria y alegría de vuestro Santo Ser Crístico. Esto no significa que debáis estar en un estado de alegría hasta el punto de no estar en guardia. Podéis tener plena conciencia del Cristo, amados, y estar equilibrados.
Pero tened cuidado, todos vosotros. Porque en todo aquel que es todavía parte de la conciencia no-ascendida, le acechan los engaños y las trampas del alma creadas por el mismo. Y luego ocurrirán esos engaños y trampas que vienen de la asociación de unos con otros. Por lo tanto, tened cuidado.
La gente confía en que es su derecho y es una cuestión de integridad tener confianza mutua. Aseguraos de que confíes en el Dios interior. Porque si os relacionáis con la persona exterior, entonces tendréis muchos altibajos en las relaciones. Pero si os relacionáis con la gran realidad Divina de vuestro propio ser y os mantenéis firmes en esa realidad Divina, os conectareis con la realidad Divina de otro y elevareis a un hermano o hermana que aún no se ha fusionado con la Presencia YO SOY.
Podéis elevaros y consolar tanto a los poderosos como a los humildes. Vosotros podéis ser la encarnación del Consolador. Y os traigo esta enseñanza, amados, al acercarse la celebración de Pentecostés este mes. Oh, amados corazones, para ser uno con el Maha Chohán, de hecho, este es un gran llamado.
Por lo tanto, os pido que determinéis todos los factores en vuestra vida y cuáles son las manifestaciones repetitivas de la mediocridad en las que os involucraís –repetitivas hasta el hastío para vosotros y para mí- que continúan apareciendo una y otra vez. Analizadlas. Tratad con ellas.
¡Acabad con ellas! Vedlas por lo que son. Conoced vuestra mayor debilidad y superadla con vuestra mayor fortaleza y seguid adelante.
No falléis vuestras pruebas, amados. Algunos falláis en vuestras pruebas de orgullo, en la ira, sin daros cuenta.
¿Cómo puede alguien no darse cuenta? Vosotros debéis estar llenos del ingenio de Saint Germain. Vosotros debéis estar llenos de burlas para la conciencia humana, incluso la conciencia humana de vosotros mismos. Tenéis que iluminarla, pero sed lo suficientemente severos como para arrojarla y terminar con ella de una vez por todas.
Es monótono, es aburrido, y es pesado para vosotros y para mí, cuando permitís que vuestra vibración humana tire repetidamente hacia abajo a vuestra alma. Pues justo cuando estamos a punto de hablaros a lo largo del sendero de la vida, os encontramos ausentes del centro de vuestra conciencia Divina. Como resultado, no podemos comunicarnos con vosotros a niveles internos, sino que debemos esperar hasta que os deis cuenta de que habéis salido del manto de vuestro Ser Crístico y habéis descendido nuevamente hacia ese nivel del absurdo humano.
¡Levantaos, amados! Nunca sabréis, nunca sabréis cuándo en el curso de vuestra comunión con la naturaleza, en el estar al aire libre, en el estar en el viento y el sol, reconociendo al Espíritu Santo en todas partes, no, nunca sabréis, amados, cuando os impartiremos esa profunda comprensión.
Lo que nos impide tener una mayor comunicación con muchos de vosotros es la charla constante y la preocupación constante sobre pensamientos y sentimientos, respecto a preocupaciones humanas. Podemos entrar y aconsejaros, advertiros, alertaros, recordaros solo si esa alma vuestra, esa mente vuestra es una al nivel de vuestro Ser Crístico.
Acercaros a vuestro Ser Crístico y vuestro Ser Crístico se acercará a vosotros.
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SOY Saint Germain. Inundo la Tierra con la llama de la libertad. Inundaré vuestras almas, lavándolas con los fuegos de la ascensión.
Haced lo que sea necesario, amados, para lograr vuestra Victoria.
Lo que sea necesario, os digo, ¡estad dispuestos!
No perdáis la oportunidad de amar.