Este es un extracto de la Perla de Sabiduría, vol. 1 no. 16 del amado El Morya, del 28 de noviembre de 1958.
Desde las ventanas de mi retiro, aquí en Darjeeling, tengo una hermosa vista de las centelleantes nieves de los Himalayas sobre las crestas de los majestuosos picos cercanos; y, todavía, debido al clima templado, es posible ver el desfile de las cuatro estaciones a lo largo del año. Y así, mientras observo las bellezas de la naturaleza que rodean mi encantador hogar por todos lados, a menudo pienso en vosotros, individual y colectivamente, a medida que experimentáis la variación de la expresión de la naturaleza, climática o de otro tipo.
¿Sabéis que es más fácil para vosotros que os sintonicéis a mi conciencia a que lo hagáis con vuestra radio o televisor? Comprended, que para que os conectéis conmigo solo tenéis que dirigirme vuestra atención desde donde estéis. ¿No es eso simple y fácil de lograr?
Por lo tanto, como en los próximos meses mis amables lectores, tendréis más tiempo para quedaros en casa, confío en que aprovechéis al máximo la oportunidad del invierno para que estudies estas leyes benéficas y las verdades cristalinas que os hemos presentado, como también advirtió el apóstol Pablo: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado…”
Pedidle a Dios para cada día que, por ese día, se manifieste solo el plan divino para vuestra corriente de vida; luego, al dirigir vuestra atención hacia Él, aprended de Dios cómo podéis cumplir ese plan divino de manera fácil y rápida.
Solo pensad qué actividad de propósito cósmico la pequeña semilla expresa cada año en su propio entorno. ¿Al menos, no podéis hacer lo mismo por medio de la llama trina anclada dentro de vuestro corazón palpitante, todo lo que Dios requiere de vosotros para producir esta victoria a medida que cosecháis las horas y las vidas dedicadas a su servicio?
¡Que vuestra amada y hermosa Presencia YO SOY os ilumine rápidamente, a cada uno, en cuanto al significado real de la voluntad de Dios la cual YO SOY en acción en todos los caminos!