Este artículo sobre la Kuan Yin, Navidad y el perdón fue tomado de El sendero a tu ascensión: Volver a descubrir el propósito final de la vida, por Annice Booth, basado en las enseñanzas de Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet.
En la introducción del libro, la Sra. Booth dice, “Este libro sobre el sendero a la ascensión, es compuesto de charlas que di en Summit University en los últimos veinte años. También, es una inspiración de recuerdos de mis experiencias con los maestros en sus retiros etéricos.
“No he tratado escribir en un estilo literario erudito. Más bien, deliberadamente he usado un inglés familiar, como si me hubieras invitado a tu sala y estuviéramos sentados frente a la chimenea, hablando acerca del sendero de la ascensión”.
Perdonar y Olvidar
La ley del perdón también se conoce como la ley de la contención, donde nuestros delitos y deudas a la vida se ponen temporalmente a un lado, hasta que el alma haya recibido suficiente conocimiento de la ley y sea lo suficientemente fuerte para sufrir el castigo pleno por sus errores pasados.
Con frecuencia, la gente siente un sentido de injusticia cuando los problemas siguen ocurriendo en sus vidas, mientras que los vecinos parecen pasar por la vida ilesos.
La respuesta a esta aparente desigualdad es que, cuando uno coloca un pie firmemente en el sendero de la ascensión, el alma pide la oportunidad de rápidamente saldar sus últimas deudas kármicas. El vecino que parece llevar una vida tan afortunada puede que todavía no haya comenzado el sendero de iniciación y está experimentando un retorno de karma mucho más lento.
Como dice el dicho: “Lo barato sale caro”, y el precio por la ascensión es alto.
Una y otra vez hemos escuchado el dicho “Lo que pasó, pasó. ¡Hay que perdonar y olvidar!”
Kuan Yin nos ha dicho, con frecuencia, que para perdonar de verdad, debemos limpiar completamente el registro del evento. Dijo que si recordamos un mal que nos hicieron hace mucho tiempo, realmente, no hemos perdonado a la persona.
La Ley del Perdón
Ella dijo, en vez de perdonar, “Habéis endurecido vuestro corazón. Habéis almacenado un registro como una ardilla sus nueces. En la profundidad del subconsciente, en la profundidad del plano etérico, habéis almacenado el registro de esa ofensa. No lo habéis arrojado a la llama. No lo habéis soltado, y permitido que Dios se exprese por medio de aquellos que os ofendieron, y por medio de aquellos a los que habéis ofendido”.
Podemos ver como el entrenamiento en la ley del perdón es necesario, pues existe una diferencia entre el perdón de los pecados y su transmutación.
Por ejemplo, alguien puede robarte la bolsa y posteriormente decirte que se arrepintió de robarla. Puede que lo perdones, pero el asunto no se ha terminado, kármicamente hablando, hasta que te regrese la bolsa con cada centavo, o te la restituya.
El perdón no significa saldar el karma; es poner a un lado el karma, por medio del cual se te da la libertad de corregir las cosas sin el gran peso del pecado.
Pide Ayuda
Si realmente has tratado y todavía no puedes perdonar a alguien, o a algo que te sucedió, puede que necesites algunas sesiones con un terapeuta profesional. Puede haber algunas cicatrices de vidas pasadas de las cuales no estás consiente. El trabajo del niño interno puede abrir estos bloqueos que están impidiendo tu maestría.
Milagros han ocurrido en la vida de la gente con solo unas cuantas visitas con un psicólogo entrenado. No vaciles en aceptar este método de sanación si no puedes resolver situaciones en tu vida que te están molestando.
Una palabra de advertencia. Los maestros ascendidos no aprueban del hipnotismo porque, por medio de ello dejas que tu consciencia se abra y sea contralada por otra persona.
La Lista Navideña de Kuan Yin
Kuan Yin regresa a preguntarnos si podemos ser como niños pequeños y pretender que hoy es Navidad.
Ella dice, “¿Podéis hacer algo por mi mientras os traigo la ola de la misericordia?”
“¿Podéis escribir vuestra lista navideña como si le escribierais una carta a Papá Noel, pero me la escribís a mí y ponéis en una lista a todos los que os acordáis no haber perdonado o que no os han perdonado a vosotros y me dais esa lista navideña?
También dadme vuestra llama del corazón con la autoridad de inundar a la vida, específicamente aquellos que nombráis, con un incremento de misericordia desde mi templo (localizado en la octava etérica sobre Beijing) y desde mi altar.
Luego, para comenzar vuestro Año Nuevo, perdonaos a vosotros mismos de toda ofensa, de todo delito contra la Gran Ley. ¿Realmente perdonaréis, lo que significa, perdonar y abandonar el pasado?”
Entonces, Kuan Yin resume toda su enseñanza sobre la misericordia y el perdón cuando dice sencillamente, “Nuestros corazones necesitan derretirse, pues necesitamos perdonar para poder ser perdonados”.
Al asentir con la cabeza, nos acordamos que Serapis Bey articuló el mismo principio anteriormente, de una forma un poco diferente. Dijo, “Para poder ascender, necesitáis dar vuestro pasado a Dios”.