…Bajo el Buda Maitreya
Extracto de las Perlas de Sabiduría, volumen 43, número 48, Señor Maitreya, 22 de octubre, 2000
“Vengo, pues, para que podáis comprender el sendero y por consiguiente no seáis confundidos por los caídos que encontréis en el camino. Pues os condenarán por el solo hecho de encontraros con ellos, como si fuese vuestra culpa de que cayeran de la estrella más alta. En su orgullo, los caídos culpan por todo y en todo a los elegidos, quienes sostienen el cáliz de mi vida hasta la resurrección de todo el Cuerpo de Dios.
«El misterio cumplido está en la apertura de vuestro ojo, y no en el bien o el mal relativos, sino en la revelación del Cristo perfecto en vosotros. A través de ese Cristo perfecto, de esa luz perfecta, es en lo que la medida de lo real y lo irreal se clarifica. Entonces, impertérritos, pasáis a través de los vapores venenosos de la guarida del mago negro.
«No sucumbáis a la contaminación del alma ni al intento de confundir las cosas, pues la ardiente y humeante lámpara de vuestro padre Abraham es vuestra. La ofrenda aceptable de su hijo Isaac es el incienso que se eleva y que expiará cada desviación de la Ley. Que se haga el sacrificio aceptable. Que se proporcione la ofrenda.
«Cuando toda la energía mal calificada se deposita en la llama, como Jesús lo hizo — tomando de las multitudes todo lo que estaba mal calificado y poniéndolo sobre el altar como su ofrenda en el camino —cuando todo esto sea dicho y hecho habréis pasado la irrealidad a la llama, la única ofrenda aceptable ante Dios es vuestro Cristo puro y vivo, el Hijo unigénito.
«Él crucificado es vuestra resurrección. Por lo tanto, cuando no queda nada que entregar, dais a la humanidad el regalo de vuestro Yo Real. Este es el mensaje de la Pascua de Resurrección.»