el molinero y su esposa

La historia del molinero y su esposa

En el cinismo de nuestra época, hemos perdido el sentido del poder del amor puro. Ya no tenemos la actitud optimista y alegre hacia la vida en la que cada día es una nueva oportunidad para dar nuestro amor como un don único para quienes nos rodean.

Con demasiada frecuencia subestimamos nuestra capacidad de transformar vidas a través de nuestro ejemplo. Djwal Kul, conocido en todo el mundo como el Maestro DK, una vez relató esta historia del molinero y su esposa en las Perlas de Sabiduría Vol. 15, No. 15.


Junto al mar vivía un alma gentil que era un molinero. Él y su esposa sirvieron juntos moliendo el grano para la gente de su pueblo. Y sucedió que en toda la tierra no había comunidades donde reinara tanta felicidad como allí.

Sus compatriotas se maravillaban y deseaban saber, porque reconocían que algo inusual debía haber sucedido, que hacía que los miembros de esa comunidad fueran tan singularmente sabios y felices. Y aunque los habitantes nacían, crecían y maduraban hasta la edad adulta, pasaban de la pantalla de la vida dentro de la comunidad, sin nunca haber comprendido el misterio durante toda su existencia. Esta noche correré la cortina y os diré qué hizo que la gente de esta comunidad fuera tan feliz y próspera, tan alegre y sabia.

Fue el servicio del molinero y su esposa y el amor que pusieron en la harina. Este amor fue llevado a las casas en sacos de harina a cuestas por los que frecuentaban su molino y luego horneaban su pan. En cada comida, el poder regenerador del amor del molinero y su esposa se irradiaba alrededor de la mesa y entraba a sus cuerpos físicos a medida comían el pan.

Por lo tanto, al igual que el poder radiactivo, la energía de este amor vibrante del molinero y su esposa se extendió por toda la comunidad.

Los vecinos no sabían la razón de su felicidad y ninguna de las personas fue capaz de descubrirla. Porque a veces –aunque viven uno al lado del otro– la humanidad no puede descubrir los secretos más simples del otro. Y así los misterios del amor divino continúan desafiando las pruebas de la conciencia humana, pero nosotros desde la octava de los Maestros Ascendidos, ocasionalmente elegimos hacerlos conocer compartiendo estas gemas con vosotros.

La enseñanza que os traigo esta noche se refiere a las propiedades físicas y su poder para retener la radiación de aquellos que las manejan. La comida que coméis, amados, cuando la preparan manos cargadas de amor divino, entra a vuestro cuerpo físico y crea un grado mucho más grande de felicidad espiritual de lo que la humanidad se daría cuenta al primer momento.

Aquellos que son sabios reconocerán la verdad de lo que estoy diciendo; y si deben comer alimentos de fuentes desconocidas, asegúrense que han eliminado mediante la llama violeta transmutadora esos impulsos indeseables de la creación humana cuya radiación no puede hacer ningún bien al individuo que participa de ella y le hace mucho daño a quien es incauto y por lo tanto está desprotegido.

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