Elohim del Quinto Rayo

Elohim Ciclopea y VirginiaCICLÓPEA Y VIRGINIA son los Elohim del quinto rayo (el rayo verde) de la verdad, de la curación, de la constancia, y del deseo de precipitar la abundancia de Dios mediante el concepto inmaculado de la Virgen Santa. Estas llamas gemelas mantienen la focalización del ojo omnividente de Dios y la pureza de la precipitación, y ayudan a la humanidad y a las formas elementales de vida a precipitar la abundancia del Espíritu de Dios hacia su manifestación en la forma.

Santiago dijo que «un hombre de mente doble es inestable en todas sus acciones». (Santiago 1:8) Ciclópea y Virginia focalizan la pureza de la visión del ojo único, que fue perdida cuando la humanidad comió de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal. A través del foco del ojo omnividente de Dios en el chakra del tercer ojo en el centro de cada frente, irradian la verdad del plan divino original a través de una llama verde única que emite los rayos de siete colores de los Elohim. Éste es un foco de la pureza que dignifica al hombre mediante el caduceo en espiral, que cuando es elevado y anclado en la frente se convierte en símbolo de su victoria alada y de su regreso a la integridad.

Sentado entre las doce jerarquías solares, Ciclópea ocupa la posición de la línea diez en el reloj cósmico en beneficio de las evoluciones de este sistema solar, representando a la jerarquía de Escorpio y enseñando el uso correcto de las energías creativas. Como miembro de la Junta Kármica, Ciclópea representa el cuarto rayo de la pureza. Ciclópea también es conocido como el Elohim de la música, ya que Ciclópea gobierna con la música de las esferas las actividades del discurso, de la audiencia, y de la vista, enfocando los rayos de la concentración y de la consagración para las evoluciones a su cargo.

Ciclópea y Virginia guardan la conciencia virginal. Durante los conclaves mantenidos cada ciclo de medio año en el retiro del Royal Teton, Ciclópea emite bolas de fuego azul hacia la atmósfera de la Tierra, a través del foco del ojo omnividente en el extremo norte del santuario. Estas bolas, acompañadas de rayos de luz, cargan la Tierra con la acción de la voluntad de Dios y de la pureza de la divina concepción de cada hombre, mujer, y niño en el planeta. La acción del relámpago azul corta los densos efluvios y prepara el camino para la llama cristalina de la pureza y el rayo esmeralda, los mantras curativos del corazón de Ciclópea y de Virginia que purifican los cuatro cuerpos inferiores de las corrientes de vida de las que cuidan.

El aura de Ciclópea es verde con un reflejo del prisma de la conciencia Crística que se asemeja a la acción del cristal; el aura de Virginia es verde teñido con blanco.

Retiro espiritual

El retiro de Ciclópea y de Virginia focaliza las energías del chakra del tercer ojo del planeta y está situado sobre la cadena montañosa de Altai, en el límite entre China, Siberia, y Mongolia, cerca de Tabun Bogdo. Todo el retiro está en el reino etérico si bien es congruente con las montañas.

El enorme frente de cristal esmeralda se asemeja a una iglesia, teniendo un alto chapitel central y dos algo más bajos a cada lado. Entramos en un cuarto que da la impresión de haber sido tallado en la montaña, de una roca color jade intenso. Un techo gótico abovedado, con pilares de cristal verde y otros de un efecto de piedra marmórea, parece sostener la misma montaña. El foco del rayo esmeralda está en una sala circular dentro de una sala cuadrada mayor. La ardiente conciencia del Elohim suspende aquí un ojo omnividente dentro de un triángulo. Los seis pilares que rodean el altar central tienen cinco lados y son de cristal verde. Nos recuerdan que estamos en un templo dedicado a la precipitación.

Observamos un silencio muy activo en el retiro, una gran reverencia hacia la ciencia, a la que están dedicados todos los que sirven aquí. Nuestro anfitrión nos lleva a algunas de las salas más importantes, y podemos ver en nuestro recorrido los jeroglíficos en las paredes que según se nos dice, son registros antiguos que sólo los iniciados más avanzados pueden descifrar. Entramos en una sala de oro, la sala de la precipitación, adornado de terciopelo color verde y oro, y de jade, que pulsa con la llama verde y oro. Aquí los grandes maestros se reúnen en sesiones del Consejo para discutir el destino del planeta y para elaborar planes para la puesta en práctica de una ciencia más elevada entre la humanidad encarnada.

Se nos muestra una fuente de curación en un jardín interior con algunas de las flores más hermosas del mundo y pájaros tropicales, y una de las colecciones botánicas más raras que jamás hayamos visto, incluyendo algunos especímenes extintos y otros que aún están por aparecer. Solamente a los iniciados avanzados se les permite el acceso a los restantes cuartos, laboratorios, bibliotecas, y cámaras donde los ángeles y los maestros sirven a las evoluciones del planeta mediante su dedicación a la ciencia cósmica que los Elohim enseñan.

Los siete poderosos Elohim son los constructores originales de la forma que crearon el planeta en respuesta a los mandatos de la Deidad. Los siete retiros en la Tierra de estos siete Espíritus de Dios son claves de la misma existencia y vida del planeta. Las llamas ancladas allí son del mayor poder, y sólo los maestros ascendidos conocen muchas de sus actividades.

Invocaciones y Fíats a Ciclópea y Virginia

1. Llamado para el Cáliz de Elohim

¡Elohim de Dios!
¡Elohim de Dios!
¡Elohim de Dios!
¡Desciendan ahora a toda nación de la Tierra para elevar a las almas de la luz!

¡Desciendan con el cáliz de Elohim anclado en el corazón del Retiro Interno! Imploramos el refuerzo de ese cáliz.

¡Siete Poderosos Elohim, otórguennos el poder para que podamos ser su cáliz en la Tierra! ¡Dennos poder para lograr la transformación personal y del mundo! ¡Dennos poder para que podamos enseñar a otros a alcanzar la relación individual con Dios que es su derecho divino de nacimiento!

2. Fíat a Ciclópea y Virginia

¡Elohim Ciclópea y Virginia! (9 veces)

3. Llamado a los Elohim Ciclópea y Virginia

¡Elohim Ciclópea y Virginia!
¡Elohim Ciclópea y Virginia!
¡Elohim Ciclópea y Virginia!

¡Penetren el planeta Tierra con el rayo esmeralda y el Ojo Omnividente de Dios para curar a las naciones, a sus economías y a su gente!

Entren en acción ahora para detener la creación y diseminación de virus y microbios dañinos, toda la guerra bacteriológica, y todos los usos erróneos de la música, de la tecnología y de la ciencia, incluyendo la ingeniería genética y la clonación.

Amados Ciclópea y Virginia, fijen en mi alma, mi modelo original divino. Ayúdenme a manifestar este modelo y a cumplir mi misión en la vida para la gloria de Dios y su servicio.

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