Un imán de llama violeta para atraer más llama violeta desde el Gran Sol Central

Este extracto es de un dictado de Justinius, Capitán de las Bandas Seráficas, está publicado en las Perlas de Sabiduría vol. 36, nº 17.

Un imán de llama violeta

Yo estoy a cargo de los serafines del cosmos, y voy delante de vosotros para ofreceros la armadura de los serafines. Si lo deseáis, llamadme diariamente para invocar esa armadura, que será puesta sobre vosotros por dos ayudantes que vendrán para vestiros con esa armadura y envolveros con la llama que es a la vez fría y poderosa, para que vayáis como pilares de fuego entre los serafines, sirviendo lado a lado con ellos. Y poco a poco, seréis casi como serafines y apreciaréis ese honor, os lo puedo asegurar.

Así entonces, sabed que los serafines han venido, de que hay un karma a escala mundial para ser transmutado, y que este no es tiempo de deciros a vosotros mismos: “Mi karma no es tan pesado. No necesito la llama violeta”.

Necesitáis tanto la llama violeta que difícilmente puedo deciros cuánto la necesitáis, ya que hay cosas que están por venir a la Tierra a través de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Porque están cabalgando y cabalgan y todavía no han vertido su copa llena de ira de la indignación del SEÑOR Dios. Y desciende y el descenso de ese karma se acelera.

Y por tanto, no os enojéis. ¡No os salgáis de vuestras casillas! Y no os reveléis contra vuestro Dios, porque vuestro Dios ha decretado que debéis cargar vuestro karma. Así que cargadlo gallarda, honorable y amorosamente y con gratitud. ¡Aceptad vuestro lote diario solo por un momento, después pasadlo por la llama violeta y el fuego blanco! Arrojadlo al fuego y continuad libres y recargadlos por el poder de Helios y Vesta.

Os traigo el mensaje del Padre-Madre del sol de vuestro sistema, Helios y Vesta, que desean que vosotros deis vuestros mantras al Gran Sol Central que están en los Rituales del Áshram. Sí amados, el sol de Helios y Vesta es el poder de Dios que todo lo consume. Consume las plagas que llegan a la Tierra y la obscuridad que la está cubriendo. Pero la gente está en tal oscuridad que no puede verla.

Os pedimos que luchéis por la Luz, haced vuestros llamados a la Luz y así desaceleréis el descenso del karma a la Tierra. Esto lo haréis al transmutar el karma por la acción de la llama violeta tan pronto como descienda.

¿No sentís el peso del karma cuando no invocáis su transmutación? Amados corazones, ¡decidme! ¿No sentís el peso cuando dejáis de hacer el llamado? [“¡Sí!”].

Y ¿cuántos minutos os toma disipar ese peso cuando os proponéis aquietar vuestros cuatro cuerpos inferiores, cuando os aquietáis, al no agitaros y dar vuestros llamados a la llama violeta?

Bueno, os diré. Quince minutos es el mínimo, y por la dispensación de Omri-Tas esos quince minutos son multiplicados por el poder del diez, 9 que cuentan por 150 minutos.

Por lo tanto, ¡seguid adelante! ¡Seguid con la llama violeta! ¡Seguid con Omri-Tas! Y quizás veréis que puede que la oscuridad total no llegue a la Tierra (la oscuridad es el karma de los pueblos) pero tal vez habrá solo un crepúsculo donde todavía existe la posibilidad de abrirse camino.

Si, las cosas pueden llegar a ser más oscuras amados. Os hemos dado el antídoto. En este siglo, muchos santos han caminado con vestiduras de llama violeta y han contribuido poderosamente para que la acción del Señor Dios permanezca, y es por esto que las grandes calamidades y tragedias no han caído sobre los Estados Unidos.

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