Este es un extracto del dictado El poder para vencer, dado por el Señor Maitreya y publicado en las Perlas de Sabiduría® de 1984, vol. 27 no. 37.

Maitreya - El poder para vencer

Hace mucho tiempo El Morya dijo: “¡Desde el principio estamos ganando!” Y por tanto os transmitimos la maestría divina de la vida que os indica que sois la perfección de vuestra Presencia, que nada más puede tomar dominio en vuestro mundo.  Cuando eso se fija en la conciencia a tal grado y nivel que ninguna condición externa puede tomar dominio sobre ella, entonces, ved, cada paso del camino se torna guiado por Dios.  Cada paso del camino se torna guiado por Dios puesto que podéis ejercer la prerrogativa de ser todo lo que Dios os hizo ser en el principio.  Y por consiguiente, la fortaleza que gana desde el principio ahora es vuestra, y el pecado y pecar ya no son aquello ante lo cual os inclináis.  Pues los hombres por ignorancia se han inclinado al pecado y a la presión del pecado que ello ha impuesto sobre el alma.

Por tanto, hoy venimos a arrojar todo eso a los fuegos del amor divino. Venimos para arrojarnos a Su gracia, de modo que paso a paso podamos subir esas escaleras doradas de radiación celestial no solo sobre la base de nuestras oraciones, sino sobre la base de todas nuestras actividades.  Pues las actividades del hombre deben convertirse en las actividades de Dios.

El principio: “Es el Padre en mí quien hace el trabajo” debe ser transmitido a todos.  Y por el esplendor de ese diseño, las cenizas deben caer del manto.  Y el hombre debe verse ataviado con vestiduras resplandecientes, cada una más espléndida que la anterior —hasta que ascendáis por esta escalera de radiación cósmica, entendáis que es Dios quien camina en vosotros, que es Dios quien habla en vosotros, que es Dios quien vive en vosotros, y que todos los doseles de realidad que ha buscado transmitiros a través de los años (así como él os los ha transmitido como ofrendas florales) son en sí mismos pequeños pasos que conducen a él, cada uno de ellos guiándoos cada vez más alto, cada uno inspirándoos hacia un amor mayor, hasta que al final el mundo llegará a saber que amor y Dios son sinónimos:

Cada ser humano llegará a saber que su propia Presencia YO SOY y Dios son uno; cada uno llegará a saber que todos los mundos que giran en el espacio son uno con él, que la música de las esferas es una memoria concordante, un descubrimiento concordante, una realidad concordate que une al hombre a todo lo que es real.

Y ahora yo, Maitreya, para el momento de la concesión [del poder de vencer], digo (por favor, poneos de pie):

Que los ángeles de Dios refresquen vuestras almas.

Que los ángeles de Dios traigan un sentido de lo benigno a vuestra conciencia para que nunca olvidéis a Dios, sino que Lo atéis a vuestro ser.

Que los ángeles de Dios os sellen en vuestro corazón y en vuestra frente con Su memoria. Que nunca se aparte de vosotros ni el momento en el cual vivimos: el momento del esplendor cuando os damos nuestra luz.

Pues, esta mañana, os estoy dando mi luz y estoy haciendo que se expanda por todo Los Ángeles y el mundo. Como un momento de triunfo para el alma de Dios dentro del corazón de un loto o dentro del corazón de una rosa, os confiero el amor que brilla y representa el fuego del alma.

Estad en paz, entonces, y a medida que pasáis por los momentos por venir: los pequeños segundos que hacen sus nichos en los minutos, los minutos que hacen sus nichos en las horas, las horas que hacen sus nichos en los días, los días que hacen sus nichos en los años, los años que hacen sus nichos en la vida, en los siglos, en los milenios, en todo el tiempo y en la eternidad. Entended que la realidad es todo lo que debéis buscar.

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