Este extracto sobre armonía de la Perla Sobre iniciación, segunda parte del Señor Maitreya del 14 de diciembre de 1975, fue publicado en 1975 en Perlas de Sabiduría, Vol.18 no. 50.
Cuando venís al altar del Señor para se os inicie significa que os habéis esforzado para lograr la perfección en la aplicación de la ciencia de la armonía, en la aplicación de la ciencia del flujo de energía y en la aplicación de la ciencia de la Palabra hablada.
Analicemos estos requisitos sobre la preparación del alma para la iniciación.
La armonía comienza con el corazón.
La armonía es la luz de la Madre que niega las espirales de desintegración en todos los planos de la materia.
La armonía es vuestro Ser Crístico que proporciona los fuegos de amor, sabiduría y poder como la comunicación del Logos en el lado nocturno de la vida.
La armonía es la luz que brilla en invierno con el nacimiento del Niño Varón.
La armonía es la ley de un cosmos: la severidad y el fuego del Padre quien en la Madre se convierte en la suave caricia del Espíritu Santo.
La armonía es la energía de Dios en el núcleo de fuego blanco que brota de la polaridad del Dios Padre-Madre en Espíritu para el cumplimiento de la creación en la materia.
La armonía es la energía de la vida en perfecta alineación con la circunferencia del ser.
La armonía es vuestro equilibrio en la vida.
La armonía sois vosotros centrados en la llama de Dios del corazón.
La armonía es la llama trina que incinera los escombros de los siglos.
Vuestro corazón está destinado a gobernar vuestra cabeza, vuestra alma, vuestra conciencia, vuestra vida y el flujo de energía que define vuestra identidad en Dios.
Si queréis tener éxito en el sendero de la iniciación los fuegos de vuestro corazón deben ser atendidos, intensificados y expandidos.