Este extracto de una meditación al sol de Elizabeth Clare Prophet sobre tu Presencia YO SOY y Helios está publicada en Haz contacto de corazón a corazón con Helios y Vesta, en las Perlas de Sabiduría® de 1998, Vol. 4, No. 49
En la víspera de Año Nuevo de 1994, Buda Gautama nos recordó lo importante que es hacer un ritual diario frente al Sol de nuestra Presencia YO SOY y al sol de Helios y Vesta.
«Reconoce –dijo Gautama– que todos los hijos e hijas de Dios …tienen la posibilidad de meditar en el Gran Sol Central a través del Sol de vuestra Presencia YO SOY y el sol de Helios y Vesta. Esta meditación puede producir en vosotros una sensación de calor intenso o un brillo sobre el chakra del tercer ojo y rodear la cabeza como un halo.
“Con la diaria visualización concentrada, podéis establecer un vínculo tan fuerte con el Gran Sol Central que os volváis casi ajeno a la oscuridad de la Tierra. Siempre debéis dejar atrás esta oscuridad, y cuando invoquéis vuestro tubo de luz, visualizad los rayos del Gran Sol Central que caen sobre vosotros por dentro y fuera”.
Vamos a practicar esta meditación.
En primer lugar, céntrate en tu corazón. En tu mente, mira el Sol de tu Presencia YO SOY sobre ti, tu propia fuente de energía personal. Mira la brillante e intensa luz blanca de tu Presencia YO SOY, rodeada por las esferas magníficas y pulsantes de tu Cuerpo Causal.
Recibe la luz del sol detrás del sol en toda su gloria, toda su manifestación fortalecida en nombre de aquellos que habitan en este hogar planetario. Observa las esferas de muchos colores de tu Cuerpo Causal alrededor de la centelleante luz blanca de tu Presencia YO SOY.
En el nombre de Dios Todopoderoso, pedimos por las esferas de los cinco rayos secretos y los siete colores de los rayos. Pedimos que esta acción del fuego sagrado vibre dentro de nosotros para nuestra purificación. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre Divina, aceptamos esto hecho en esta hora con pleno poder, Amén.
Ahora extienda esa visualización a Helios y Vesta, nuestro Dios Padre-Madre en el sol espiritual detrás de nuestro sol físico. Observa y siente los rayos de intensa energía que provienen de esta fuente de vida que desciende sobre ti y hace contacto con tu corazón.
Coloca dos dedos de tu mano derecha sobre tu corazón. Mantén esos dedos allí y siente la energía que regenera tu corazón. Deja que tu corazón sea un receptáculo para la acción del fuego sagrado. Que sea un receptáculo para el Amor Divino. Que sea un receptáculo para el perdón, para todas las cosas que deben estar en equilibrio, para todo lo que podamos saber o no saber sobre nosotros mismos y nuestros hermanos y hermanas y los millones sobre el planeta que necesitan estos rayos de luz de Helios y Vesta.
Ahora extienda esa visualización al Gran Sol Central, la fuente de energía suprema en el centro del cosmos. Y a medida que invocas tu tubo de luz, visualiza los rayos de ese Sol Central que fluyen sobre ti, al contactar los niveles más profundos de tu ser.
Demos el «Decreto Fuego Violeta y Tubo de Luz».
Decreto de Fuego violeta y Tubo de Luz
por el Maestro Ascendido Saint Germain
Oh mi constante y amorosa Presencia YO SOY, tú, Luz de
Dios sobre mí cuyo resplandor forma un círculo de fuego ante
mí para alumbrar mi camino:
¡YO SOY quien te invoca con plena fe para que coloques desde
mi propia Poderosa Presencia YO SOY un gran pilar
de Luz alrededor de mi ahora mismo! Mantenlo intacto a cada
momento que pase, manifestándose como una lluvia reluciente de
la bella Luz de Dios a través de la cual nada humano puede jamás pasar.
¡Dirige al interior de este bello circulo eléctrico de energía cargada
divinamente, una rápida oleada del fuego violeta de la clemente
y transmutadora llama de la Libertad!
¡Haz que la energía siempre en expansión de esta llama proyectada
hacia abajo al campo energético de mis energías humanas, convierta
completamente toda condición negativa en la polaridad
positiva de mi Gran Ser Divino! Que la magia de su
misericordia purifique con Luz mi mundo de tal manera que
todos aquellos con los que entre en contacto
sean siempre bendecidos con la fragancia de violetas desde
el mismo corazón de Dios, en memoria del bienaventurado día
del amanecer en el que toda discordia –causa, efecto, registro
y memoria– sea convertida para siempre en la Victoria de la Luz
y la paz del Jesucristo ascendido.
YO SOY quien acepta ahora constantemente el poder
y la manifestación plenas de este fíat de Luz, y quien lo invoca para que entre
en acción instantánea por mi libre albedrío otorgado por Dios y por el poder
de acelerar ilimitadamente esta sagrada emisión de ayuda
proveniente del mismo corazón de Dios, ¡hasta que todos los hombres hayan ascendido
y sean libres en Dios en la Luz que nunca, nunca, nunca falla!