Este extracto es de un dictado de Buda Gautama publicado en las Perlas de Sabiduría de 1978, vol. 21 nº 43.

la llama de la Libertad

Este es el propósito de América: no es la esclavitud de los pueblos ni la tolerancia de la esclavitud de ninguna parte de la vida, sino enviar la llama de la Libertad en nombre de Dios. Por tanto, en este ciclo comprendamos que han venido juntas –en el movimiento del gobierno y hacia una mayor libertad en el gobierno—almas de luz que mediante los eventos de este año y de los usos erróneos del poder por el presidente de este nación y su gabinete, han venido con una determinación mucho mayor, una organización muy superior, una visión superior, y – gracias a los decretos de los portadores de luz– con una energía superior para poner en práctica el plan de Dios.

Amados, hay almas de gran luz a la izquierda y a la derecha del centro, y en el centro están los que están, pero que no están ni en el centro del Camino Medio del Buda ni en el centro de la Luz del Cristo. Amados niños del sol, arrojad todas vuestras concepciones erróneas y lo que preconcebís del destino de las naciones y estudiad, pues, la ley del Uno, invocad la llama violeta, e id a ese tiempo y espacio donde podéis entender el karma y el dharma que deben condicionar las decisiones y el voto de los representantes del pueblo.

Existen muchas personas en cargos hoy día en el gobierno federal, estadal y en los niveles locales en cada nación, que debido a que pasan por alto seguir la ley del karma y del dharma, no emiten un juicio justo y por tanto, no representan apropiadamente a las almas de la gente, sino en realidad representan su mente externa, los deseos y anhelos externos de la propia destrucción de los propósitos cósmicos de la vida en la Tierra y en este sistema solar.

Un ciclo, entonces, ha pasado. Existe una gran organización y combinación de fuerzas en muchos niveles, aunque desapercibidas. Porque el primer año del ciclo está todavía en el plano etérico, y el segundo año del ciclo también estará en ese plan etérico. Así, percibís, los diez divididos por los cuatro cuadrantes otorgan igualdad de oportunidades en el etérico, mental, emocional y en última instancia el ciclo de la Tierra para las almas de luz para que logren el plan divino de Dios.

El cielo tiene su plan. Nosotros, en Shamballa conocemos ese plan. Os exhortamos a que lo invoquéis desde el cuerpo causal del Gran Director Divino, y sobre todo, invoquéis a vuestra espiral y a la espiral de vuestra llama gemela para que contribuyan con todo el plan de la misión de rescate de la Tierra y sus evoluciones.

Comprendamos, pues, que hay una corriente de almas que están destinadas a mantener el equilibrio del ciclo del Espíritu, al mantener el núcleo de fuego blanco en los decretos dinámicos y hacer que su objetivo más importante sea la amplia expansión de las enseñanzas. Tenemos nuestros devotos que guardan la llama también en el plano de la Materia que son siervos de Dios en el gobierno, en los estados y en la nación. Algunos de estos no tienen idea de las enseñanzas de los maestros ascendidos. Algunos otros se están contactando en las giras de Madre y del Señor Shiva, en las giras de El Morya y Saint Germain y de los chelas de la llama.

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