La alegría de los ángeles de la Navidad se siente tangiblemente a medida que muchos alrededor del mundo honran al que fue enviado para demostrar el sendero del Hijo de Dios.
Durante la época del Adviento, tenemos la oportunidad de prepararnos a nosotros mismos y a nuestras familias para la verdadera magia espiritual del nacimiento de Cristo en nuestros corazones.
Es la época más oscura del año (en el hemisferio del norte) y se nos recuerda que el viaje a casa es un viaje interior. Renovamos nuestro fervor para la transmutación por medio del poder de la llama violeta para que todos los registros del ser antiguo de esta y previas encarnaciones se disuelvan, causa, efecto, registro y memoria.
Cada semana, al pasar por la época de Adviento, damos las oraciones para la limpieza de nuestros cuatro cuerpos inferiores: el etérico, el mental, el emocional y el físico. Sabemos que el amor de Dios es suficiente para resolver todos los problemas no resueltos, un problema espiritual, un problema en la psiquis o en la psicología, un problema en la mente o en el corazón o en los deseos. Para leer los Plegarias de Adviento, pulse aquí.
Al celebrar el nacimiento de Jesucristo y meditar sobre la estrella de Belén que fue su gran Cuerpo Causal en los cielos, también celebramos el nacimiento del Cristo en cada alma de luz. Meditamos sobre nuestra propia estrella, nuestro cuerpo causal, el gran Dharmakaya y buscamos como permitirle que brille a través de nosotros.
Dictado de Maestro Ascendido Jesus
En su dictado de maestro ascendido La Rosa de Navidad- Os Llamo al Corazón de Dios, Jesús dijo:
“Por lo tanto sabed que cada día y todos los días a medida que regresáis a ese punto del Uno por medio de la celebración de la Madre Divina en vuestro templo, veis nuevas vistas, nuevos horizontes, toda la circunferencia de vuestro ser. Obtenéis una visión del pasado, presente y de la circunferencia entera de vuestro ser. Obtenéis una visión de un pasado, presente y futuro que no son una cronología sino que son un ser esférico desenvolviéndose- desenvolviéndose, aun como la Rosa de Navidad.
Y así, mis amados, por medio de una conciencia expandida de vuestra Cristeidad este día, el cual es el verdadero significado del solsticio de invierno, de modo que podáis lograr una conciencia expandida sobre las evoluciones de la tierra, los niveles de conciencia y como podéis dirigir rayos de luz directamente a los corazones de muchos cuyos corazones ya han sido encendidos por mí mismo, por el Señor Gautama, el Señor Maitreya, el Señor Sanat Kumara, el Señor Krishna.
Si, amados, paso a paso aquí en encarnación física vosotros nutrís, regáis nuestro jardín y aumentáis la manifestación de Luz en vosotros con el propósito supremo de tener algo que dar a los demás.
Celebrad, entonces, ese Dios llamado yo, pero celebrad también que él os llamó y que vuestra estrella puede elevarse……yo soy Jesús, vuestro hermano, vuestro amigo, vuestro maestro, avatar de la era, deseando fortaleceros, para que podáis ser para los muchos lo que yo he sido para vosotros. Continuad hacia adelante, amados, pues vuestra ruta es directa a la estrella de gran, gran esperanza”.
—El Amado Jesucristo, publicado en las Perlas de Sabiduría®, vol. 34 n. 67, 29 de diciembre de 1991
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