De la luz a la luz, no del polvo al polvo
¿Ceniza o Fuego Sagrado?
El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la temporada santa de la Cuaresma, 46 días antes de la Semana Santa. Corresponde al día después del Martes de Carnaval o Mardi Gras (martes graso), el último día de la temporada de carnaval.
El Miércoles de Ceniza es celebrado por los católicos que van al altar para la imposición de cenizas sobre el tercer ojo mientras el sacerdote dice: ‘Recuerda que eres mortal’.
Esta es una referencia bíblica a la alegoría del Génesis sobre la creación de Adán a partir del polvo de la tierra: pues polvo eres, y al polvo volverás; de las cenizas a las cenizas.
Lo que enseña Elizabeth Clare Prophet sobre el Miércoles de Ceniza
El Señor Jesucristo nunca instituyó el Miércoles de Ceniza. Fue instituido muchos siglos después. No es parte de la Pasión. No tiene nada que ver con quien demostró, en última instancia, la victoria sobre la muerte y el infierno.
¿Y cuál es el significado de mortal? Viene de la palabra mort, muerte. Significa que estás sujeto a las limitaciones de la muerte, del polvo al polvo.
Pero nosotros, como hijos de Dios, fuimos creados de la luz, no de la arcilla. Vinimos de las octavas etéricas. Nuestros cuerpos se han densificado en esta dimensión pero cuando se observa la transición, que no es muerte, se ve que la luz liberada de los átomos regresa al Gran Sol Central.
Nos proponemos ser resucitados en esta vida, y sea de manera física o no poco importa. Es a la resurrección del alma a lo que Pablo se refirió cuando dijo: ‘la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios’.
Recuerda que eres inmortal. No es Miércoles de Ceniza, sino Miércoles del Fuego Sagrado.
“Sabed, pues, amados, que a partir de este momento la hora de la celebración de la resurrección de nuestro Señor es un tiempo para borrar el pecado y el sentido de pecado, el error y la reincidencia. Es un tiempo para venir ante Dios con ayunos y oraciones, ofreciendo abluciones extraordinarias y la interiorización de la Palabra. La Semana Santa es un tiempo para la resurrección del alma a nuevas percepciones y alturas de gloria para fortalecer, una vez más, el vínculo con el Santo Ser Crístico.
Maestro Ascendido Saint Germain, publicado en Perlas de Sabiduría, vol. 38, no. 12, 1995