Este ejercicio espiritual de Saint Germain es un extracto del dictado Un plan científico para la victoria individual publicado en las Perlas de Sabiduría vol. 34, nº 64.
Sí, amados, todas las cosas son posibles para vosotros con Dios. Por tanto, “haced las paces con Dios” como dicen. Estableced la línea vertical de la Verdad.
Resolved que os desposareis con vuestro Santo Ser Crístico en cierto día y fecha y fijaos un plazo razonable. Después, haced los llamados para las iniciaciones de Jesucristo y solicitad ser su discípulo personal y que os unja esta noche. Poneos a la tarea de erradicar, de arrancar línea por línea y hebra por hebra, cada punto que esté fuera de alineación con el potencial Crístico dentro de vosotros.
Si estáis decididos, absolutamente decididos en este Sendero, y no daréis un paso atrás, sino que superareis todas las pruebas, yo, Saint Germain, os aseguro que podréis avanzar rápidamente en la armonía interna del ser y en la gran fuente de Amor que brota en vosotros, como un regalo del Sagrado Corazón de Jesús para vosotros. (Y os aseguro) que sois (ahora) capaces de lograr ese vínculo mucho más rápido de lo que esperabais.
La mayoría de las personas no tienen más de cinco muy malos hábitos en sus mundos. Debéis aislar lo que consideréis ser cinco prácticas o hábitos (negativos), rasgos de carácter o impulsos que notéis son repetitivos en vuestra vida.
¡Aisladlos! Buscadlos. Invocad a los cinco Budas Dhyani (para que os ayuden). ¡Invocad los rayos secretos del Poderoso Cosmos (para que os ayuden)! Tratad de erradicar esos puntos, amados, quizás puntos de densidad o ignorancia o pereza o desorden o deshonestidad, etcétera.
Cuando comencéis a analizaros y hacer un cuadro y anotar cuando superáis o reprobáis vuestras pruebas. Cuando hagáis esto sistemáticamente como un empacador, de una tienda de comestibles, comprueba lo que estáis empacando, como el más simple de los obreros tiene en cuenta lo que ha logrado en una línea de ensamblaje o en cualquier lugar de trabajo.
Cuando veáis el sendero espiritual en estos términos, os daréis cuenta que es posible (acometer) esta tarea con un sentido práctico, creando sistemas y recordatorios (para que podáis reducir gradualmente los impulsos acumulados muertos y moribundos de vuestra conciencia humana).
Esta es la forma en que me gustaría ver a los Guardianes de la Llama abordar el sendero del Séptimo Rayo, pues es un sendero de ciencia y alquimia, del ritual del cosmos y el ritual del sacerdocio de Melquisedec. Y el ritual divino, amados, contiene dentro de sí la fórmula (para su terminación) desde el principio hasta el final.
No me gusta veros a la deriva como las nubes, permitiendo que vuestra conciencia flote aquí y allá sin captar las palabras que decimos, sin captar la acción que debe seguir de modo que podamos hablar de nuevo.
Somos precisos. Usamos una economía de palabras y una economía de energía, aunque tengamos el cosmos entero a nuestra disposición. Por tanto, practicad la economía de la vida y encajad en vuestro día aquellas disciplinas mediante las cuales sentís que vuestra mente se torna como el acero, más afilada que una espada de doble filo entre vosotros y la división del camino de lo real y lo irreal.
Fijaos la tarea de la autoobservación. Cerrad los ojos y meditad, y dedicad unos instantes aparte, incluso fuera de vuestro propio cuerpo y observaos a vosotros mismos como si se tratase de otra persona. Observaos a vosotros mismos como los demás os observan. Y si no sois capaces de hacer esto muy bien, entonces preguntadle a los demás como os ven o pedid ser llevados a la Cueva de los Símbolos o al Retiro Royal Teton, donde os podéis mirar en el espejo cósmico bajo mi guía o la de otros maestros ascendidos que os enseñarán.
¡Pedid y se os dará! Pedid cualquier cosa que os permita ser mejores siervos de Dios, de hecho, siervos desinteresados.
Benditos, estamos ansiosos de ayudar, pues hay mucho en juego. En muchas eras anteriores hemos comprometido nuestro Cuerpo Causal, nuestro impulso acumulado de Luz y todo lo que somos en favor de vuestra victoria. La posibilidad de la pérdida de esa victoria, por tanto, se traduce para nosotros en una cierta pérdida de nuestro propio capital invertido, por así decirlo, que hemos extraído de nuestro cuerpo causal e invertido en los portadores de Luz de la Tierra.
Cuando hacéis que nuestra inversión rinda, amados, os aseguro que compartiremos con vosotros las utilidades cósmicas, y con esas utilidades podéis patrocinar a otros y también incrementar vuestro propio dominio del ser.
Es una era de ciencia y puede decirse que nada es más científico que el plan que debe idear cada individuo con el fin de asegurar la victoria en su vida individual, su nación y el planeta.
*Nota: el material entre paréntesis denota palabras tácitas pero implícitas en el dictado, añadidas por el Mensajero bajo la dirección de Saint Germain para mayor claridad en la palabra escrita.